El próximo jueves, 19 de diciembre, "Cine con Otros Ojos" proyecta la película "El blues de Beale Street"

     El próximo jueves, 19 de diciembre, proyectamos en la Casa Municipal de Cultura, dentro de la programación "Cine con Otros Ojos", "El blues de Beale Street", de Barry Jenkins, en sesiones de 6 y 8:30 de la tarde.

SINOPSIS DE LA PELICULA:

  Basada en la novela de James Baldwin "If Beale Street Could Talk", la película sigue a Tish, una mujer de Harlem embarazada y recién prometida que lucha contrarreloj para demostrar la inocencia de su pareja.

El blues de la impotencia negra

 No hacen falta muchas palabras para expresar con el rostro de los protagonistas de esta cinta (artimaña que usa Barry Jenkins, su director, sin llegar al sensacionalismo barato ni a la melosidad empalagosa) lo que es el sufrimiento, lo que es la marginación por el hecho de tener otro color de piel y lo que representa una lucha diaria contra todos los convencionalismos que los rodean, aún a sabiendas de que el éxito puede que no llegue y la paz y la felicidad de vivir no se alcancen nunca. Como en “Romeo y Julieta”, los amantes se verán castrados ante el destino y ante una sociedad que les impedirá, incluso los de su color, desarrollar su amor libremente.

“If Beale Street Could Talk” (“Si la Calle Beale pudiese hablar”), libro homónimo del activista por los derechos de los afroamericanos (en la línea de Martin Luther King o Malcolm X) James Baldwin (Nueva York, 2-08-24 - Saint-Paul-de-Vence, 1-12-87), es de donde parte este film, tercero de Jenkins tras el gratamente sorprendente y oscarizado Moonlight (2016) al que, desde aquí, aconsejo su visionado. 

En El blues de… Jenkins se aleja de los postulados homosexuales de su ópera prima para adentrarse en la denuncia social, buscando la concienciación de los espectadores (no solo de los que visionan la película, sino de los que viven en las mismas calles y ciudades; el hombre blanco, por norma), sin pretender la pena o lástima de los marginados en EE UU. Una lucha que, pese al siglo XXI que vivimos, se mantiene tan cruel y ácida como el primer día, levantando ampollas y odio, elevando al caos la desprotección y la miseria en una población que solo tiene distintos el color, los rasgos, el lugar de nacimiento o el idioma.

Y todo ello mostrado con astucia y delicadeza, con una dirección de cámara y fotografía (James Laxton) envidiables, arropado en su conjunto por el elenco de actores (tanto Kiki Layne como Stephan James, protagónicos excelentes), un equipo técnico muy acertado, a lo que hay que sumar una banda sonora (Nicholas Britell) excelente.

La película habla de la injusticia, pero sobre todo retrata el hecho de un amor, el de la colectividad, el de la familia y el de los amantes que hace las veces de antídoto contra el odio.

El blues de… es sobre todo, soslayando la carga política que los extremismos pudieran darle, una historia de amor, de un primer amor, drama judicial, melodrama  sobre la gente sencilla, todos abocados a la fatalidad, puro poema que tocará la fibra sensible, sin ser sensiblera insisto, del espectador más frío. En suma, una experiencia visual fascinadora que tiene momentos que no se olvidan tan fácilmente, realizados por ese nuevo mago del séptimo arte, Barry Jenkins, que no ha de dejar de asombrarnos -o eso espero, que no nos decepcione- con su próxima filmación sobre la vida de Alvin Ailey (1931-1989), bailarín y coreógrafo afroamericano considerado como una de las grandes figuras de la danza moderna.